En el mercado laboral actual, es difícil no haber escuchado el término trabajo remoto. Y ahora aún más, este término recibió un gran auge a causa de la pandemia del coronavirus, COVID-19. Sin embargo, antes de esta emergencia mundial actual, la globalización ha sido el factor principal de por qué las personas han optado por el trabajo remoto.
La globalización es un proceso histórico de integración mundial en los ámbitos económico, político, tecnológico, social y cultural, que ha convertido al mundo en un lugar cada vez más interconectado. En ese sentido, se dice que este proceso ha hecho del mundo una aldea global. Esta interconexión nos ofrece la oportunidad del trabajo remoto.
Para aquellos patronos que no han experimentado el trabajo remoto con sus empleados, el primer paso que se debe considerar es establecer una política de trabajo remoto. Pero antes de continuar, debemos mencionar algunos de los beneficios de trabajar de forma remota.
Beneficios para el patrono
1. Reduce la rotación de empleados y las ausencias por enfermedad. Las encuestas han demostrado que los empleados reportan una mayor satisfacción con sus trabajos remotos. Además, una ventaja importante del trabajo remoto es que le permite a la compañía pasar la temporada de resfriados o enfermedades respiratorias contagiosas con ausencias significativamente menores.
2. Acceso a un grupo de candidatos más grande ya que la compañía puede contratar trabajadores desde cualquier lugar.
3. Otorgar la oportunidad de trabajar remoto le permite al patrono la continuidad de las operaciones y respalda a los clientes en situaciones imprevistas como la pandemia del coronavirus, COVID-19.
Beneficios para el empleado
1. Reduce los costos de transportación y comidas
2. Le ahorra tiempo de viaje.
3. Acceso a un mercado laboral más grande: los candidatos pueden aplicar a trabajos fuera de su área geográfica.
Get to know our Business Services.
Como mencionamos anteriormente, tener una buena política de trabajo remoto es el primer paso hacia una implementación exitosa. Tenga en cuenta que no todos los trabajos son adecuados para trabajar de manera remota, por lo que primero, el patrono debe evaluar si el trabajo remoto es viable.
En general, la política de trabajo remoto debe establecer las “reglas del juego”. En la política, el patrono debe establecer si permitirá la opción de trabajo remoto parcial o total. Es decir, en casos de trabajo remoto parcial, el empleado tendrá la opción de trabajar
desde casa en ciertos días y el resto tendrá que presentarse al lugar de trabajo. En casos donde los recursos están trabajando directo en los predios del cliente, el patrono debe asegurarse que el cliente esté de acuerdo con el trabajo remoto de los recursos.
La política también debe incluir los procedimientos para solicitar trabajo remoto y las circunstancias en las cuáles será permitido. Tomando el Huracán María como ejemplo, el patrono debe establecer que, en situaciones de emergencias nacionales o desastres naturales, se permitirá trabajar remoto. Pero en circunstancias en las cuales el empleado este bajo licencia de enfermedad, como, por ejemplo, contagio de coronavirus, el patrono no debe autorizar el trabajo remoto.
La confidencialidad de la información manejada por el empleado y la calidad de su trabajo también deben contemplarse la política. Por ejemplo, se debe establecer que los empleados deben tener su computadora protegida con contraseña en todo momento y prohibir la conexión en redes públicas. Es importante hacer referencia a cualquier otra política de la compañía relacionada al manejo de información confidencial, desempeño laboral, comportamiento y ética, reglas y procedimientos, etc.
En términos de compensación, el patrono debe estipular la remuneración del trabajo remoto y si cubrirá o reembolsará los gastos del empleado, incluyendo los gastos de internet, impresora o copias y cualquier otro gasto relacionado. También debe indicar si el equipo y las herramientas de trabajo necesarias serán proporcionados por la empresa o el empleado.
Hay muchas herramientas en el mercado para rastrear diariamente el trabajo de los empleados. Sin embargo, si el patrono no tiene ninguna de estas herramientas, se recomienda tener un formulario en el que el empleado desglose las tareas diarias en las que trabajará y el tiempo asignado.
Por ejemplo, el empleado puede indicar en la forma que estará trabajando de 1:00 pm a 5:00 pm en los procedimientos operacionales de un equipo adquirido para el revestimiento de tabletas. De esa manera, el patrono tendrá un punto de partida para medir los resultados del empleado.
En general, la política de trabajo remoto debe brindar consistencia en las instrucciones, parámetros y la evaluación de los empleados cuando se trabaja remoto. Para que el trabajo remoto sea exitoso, el patrono no solo debe implementar una buena política, sino que también debe contratar a los recursos adecuados para trabajar sin supervisión directa, las cuales deben poseer autodisciplina y buenas destrezas de comunicación. Hess, K. (2014). Death of the office and rise of the telecommuter.